El aceite de jazmín es un secreto de belleza de las mujeres orientales: es a la vez nutritivo y brillante. Es purificante, perfuma delicadamente la piel con un aroma que también es relajante.
El aceite de jazmín es ideal para rellenar e hidratar la piel seca, combate eficazmente las imperfecciones y limpia la piel.
A diario se puede mezclar con una crema de día o aplicar en el rostro como un sérum.
Gracias a sus propiedades antisépticas, antivirales y antibacterianas, favorece la cicatrización de la piel, ya sean cicatrices, estrías o hematomas.
Utilizado como aceite de masaje, ayuda a relajar los músculos a la vez que favorece la relajación, el sueño y combate el estrés.
Incluso podría ser útil para combatir la depresión.
El aceite de jazmín también se puede utilizar como tratamiento para el cabello.